Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL


1710
Legislatura: 1901-1902 (Cortes de 1901 a 1903)
Sesión: 18 de febrero de 1902
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 122, 3557
Tema: Suspensión de las garantías constitucionales en Barcelona

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Agradezco al Sr. Silvela, tanto el apoyo que ofrece al Gobierno en la aprobación de este proyecto de ley, como el aplazamiento que concede para tratar después oportunamente de la responsabilidad del Gobierno, que yo también tengo deseos de entrar en este terreno.

El Sr. Silvela no sé si me provoca a un debate respecto a cómo estaba el país cuando el partido que se llamaba de unión conservadora dejó el poder y lo ocupó el partido liberal.

No puedo aceptar hoy el debate porque corre prisa la aprobación de este proyecto; pero yo puedo decir a S. S: que ha perdido por completo la memoria, y que cuando SS. SS. dejaron el poder, no era solamente en las calles de Madrid donde la perturbación existía, sino que era en todos los ámbitos de España; hasta el punto de que en la mayor parte de las capitales estaban en suspenso las garantías constitucionales. (Rumores.) ¿Es que no había necesidad de eso? Pues entonces, ¿por qué privabais a los ciudadanos de sus derechos?

Claro está que cuando SS. SS. tenían sometido el país a la suspensión de garantías constitucionales, sería porque creerían que era imposible gobernarle con los medios ordinarios. Pero, en fin, de eso hablaremos, puesto que S. S. quiere traer esa cuestión a debate, como hablaremos también de la razón que se tiene para decir que el Gobierno es un Gobierno flojo, es un Gobierno que no ha atendido a su deber, es un Gobierno muerto. Porque se examina nada más que las perturbaciones que han ocurrido en varios puntos, pero no se examina la causa verdadera de esas perturbaciones, ni se tiene en cuenta que esas perturbaciones se hubieran multiplicado si no hubiera sido el partido liberal el que hubiera estado en el poder.(Muy bien, muy bien.) Se sabe lo que ha pasado con el partido liberal; no se sabe lo que habría pasado si hubiera estado aquí el partido conservador. Yo si lo sé. (Rumores).

Después de todo, ya examinaremos este punto; yo deseo examinarle porque deseo que se sepan los sacrificios que hemos hecho, los trabajos que hemos realizado, los insomnios que hemos pasado hasta llegar a la ocasión presente, con éxito yo creo tan grande o mayor que hubiera podido tenerle otro Gobierno, dadas las dificultades que traen consigo las circunstancias.

En fin, nosotros no hemos de ser aquí eternos, y por lo visto hay muchos que lo desean. (El Sr. Romero Robledo: En punto a deseos, es difícil calcular quién tendrá más.) Yo creo que S. S. no, porque a S. S. no le importa que seamos o no eternos. En fin, aquí vendrán otros a reemplazarnos, y ya veremos si los que nos sustituyan prevén más, previenen más huelgas, dirigen mejor, y por último, las disuelven como las hemos disuelto hasta aquí en su mayor parte. Ya lo veremos, y para entonces emplazó a todos los Sres. Diputados y emplazo al país. (Aplausos.)



VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL